La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, Su función es el aislamiento y protección del cuerpo frente a las agresiones externas: tóxicas, químicas, mecánicas, calor, frío, radiación ultravioleta y microorganismos patógenos.
La piel es nuestra mejor carta de presentación y un reflejo muy valioso de nuestra salud.
Para seleccionar los productos correctos para su cuidado es importante identificar el tipo de piel.
Nuestra piel debe ser cuidada mínimo con los siguientes 3 pasos seleccionando los productos correctos según su tipo de piel:
El sol es una fuente de energía con beneficios y perjuicios que dependen de la hora en la cual nos exponemos al sol, este astro emite radiaciones a diferentes longitudes de onda que impactan negativamente sobre la piel.
SPF son las siglas en inglés de Sun Protection Factor (Factor de Protección Solar) y hace referencia a la cantidad de tiempo que un determinado protector solar protegerá tu piel de los rayos UV. Cuanto más alto sea el SPF (o 'FP' por 'Factor de Protección'), más tiempo durará su protección.
Lo mínimo que se debe tener presente es un SPF de 30, además de tener en cuenta que existen otro tipo de radiaciones adicionales a la UVB y el SPF solo nos da medición de protección contra este tipo de radiación.
Un protector solar que me cubra de las radiaciones UVA/UVB/IR/LUZ AZUL es el ideal, existen de varias texturas indicadas según el tipo de piel, no olvidar reaplicar cada 2-3 horas.